jueves, 21 de marzo de 2013

¿LoboS ó CorderoS?


... ¿cordero bajo una piel de lobo? No, gracias, porque cuando se amansa la fiera la diversión se acaba. El compañero de juegos tiene que ser divertido y excitante.  El mete y saca acaba aburriendo. El aquí te pillo y aquí lo hago es facilón, algo al alcance de cualquiera.
Yo prefiero el lobo con piel de cordero porque cuando la fiera despierta...empieza la seducción, el erotismo, la provocación... y consigue prolongar en el tiempo esa agónica espera que sólo sabe dar en pequeñas dosis, gota a gota, el perfecto caballero, ese lobo vestido de cordero, el inocente que con una mirada lo dice todo sin decir nada, el seductor impasible que con sus palabras te hace estar jadeando todo el día, palabras que encierran promesas lascivas que te recorren por dentro como un escalofrío, pensando en el placer que te dio ayer, o en el que no le dio tiempo dar pero tiene pendiente regalarte.
Ése caballero encantador que no te llama ni te escribe en días pero siempre tiene un minuto para pensar en ti, aunque esa espera te consuma aumentando aún más tu deseo hacia él.  Ése que quizá se va a dormir sólo, o quizá con otra, pero sueña contigo, ése al que le gusta estar entre tus sábanas, dominante y seguro de que sólo tú eres suya en ese preciso momento, en cuerpo y mente, y de nadie más. Ése que te sorprende en la puerta de casa una noche cualquiera esperándote con una sonrisa y una botella de vino, robándole tiempo a su tiempo sólo para verte. Sólo porque le gusta estar contigo. Sólo porque quiere estar contigo. Con eso me basta. Y nada más.
Hoy me he levantado caperucita, y hoy voy a ser yo quien vaya a buscar al lobo camuflado. Sé que cuando el lobo devore a caperucita quizá se acabe el cuento, pero puede que el amable cazador esté esperando y venga a rescatarme ... Para volver a empezar...porque ya no me asusta verle las orejas al lobo...

2 comentarios:

Marta dijo...

Helga ha vuelto! que alegría leerte de nuevo.
Brindo por los seductores, da igual que sean lobos o que sean corderos.

Saludos!

Anónimo dijo...

Helga ha vuelto a casa...a esta casa que ella misma creó para que pudiéramos disfrutar de su compañía leyendo sus sabrosos relatos, ya sea frente a la chimenea del salón como en ese dormitorio secreto donde habitan sus pasiones más ardientes. Helga...eres grande y lo sabes tan bien como nosotros. Un beso de alguien que es fiero y dulce como un cordero con alma de lobo.