lunes, 23 de junio de 2008

DebilidadeS (no son fruto del deterioro físico sino del deterioro moral)

primero vino la tristeza, después fueron las palabras, y finalmente tú. Cuando hablaste la tristeza se durmió. Pero el alejamiento fue el siguiente paso, (por cobardía, o por sensatez), pues una debilidad pasajera se adueñó de los deseos. Un conato de seducción fortuita. Irremediablemente, esa idea se evaporó del pensamiento, ya sabes porqué. Hoy ya está todo en su sitio. Vuelve a hablar de nuevo, pero en voz baja, que la tristeza duerme otra vez.

(en el esquema de Edward de Bono "six thinking hats" yo tiendo a llevar siempre el sombrero rojo: el de las sensaciones, los sentimientos y la intuición)