viernes, 8 de agosto de 2008

BajO el AguA


Sumergida hasta donde la apnea me permite, me dejo posar en el fondo. Subo la vista y veo sobre mi cabeza la superficie cristalina del agua, meciéndose en color plata como un espejo sobre mí. Los rayos de luz entran a la fuerza en el azul que me rodea. Silencio.
Las pequeñas dunas de arena formadas por el oleaje submarino se desdibujan al quitarme las gafas. Me gusta sentir el frío del agua en mis ojos, intuyendo lo que se agita a mi alrededor.
-Necesito subir a respirar aire.
-No, espera un segundo más.
-Me gusta este silencio.
-Sí, sirve para no pensar en nada.
-Tengo que subir ya…
-Te acompaño
Y mientras subo, el agua me empuja hacia arriba, acompañando el impulso de mis piernas, expulsándome con fuerza de un mundo al que no pertenezco (de momento…) Y despidiéndose me dice:
-Vuelve pronto.

No hay comentarios: