miércoles, 21 de mayo de 2008

ArtE en un PuntaL

Hoy al verme rodeada de puntales en una de mis visitas me he sentido como si estuviera en una minúscula sala hipóstila, en la que cada puntal hacía la vez de un escuálido pilar. Y me he acordado de una anécdota curiosa: me explicaba un conocido hace unos meses, que un cliente suyo, arquitecto, había hecho apuntalar unas vigas en mal estado en una habitación de su casa de veraneo, a la espera de buscar una solución. Por lo visto se acostumbró a ellos y tuvo la ¿genial? idea de hacerlos partícipes de la decoración de la estancia, y decidió no quitarlos ni arreglar las vigas (muy mal tampoco debían de estar). Para sorpresa de su mujer, convirtió los puntales en pilares improvisados. Los ha "customizado" pintando cada uno de un color, colgando apliques y fotos, e incluso alguno ya forma parte de una escultura que él mismo hizo para tal fin. ¡Qué envidia me da que a nosotros en la facultad no nos hiciesen desarrollar esa imaginación creativa para inventar arte de cualquier elemento cotidiano!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Huy ¡No conocía esa anécdota! Que interesante. Siguiendo esta linea improvisadora, ¿tú qué te atreverías a hacer en el piso donde vives?

Anónimo dijo...

pues... romper unos metros de forjado y hacer un gran lucernario para poder ver las estrellas en las noches sin luna... y para escuchar el tintineo de las gotas de agua sobre el cristal en esas siestas de tardes lluviosas...
Pero mirando el lado práctico, colocaría una gran cercha de un extremo al otro para colgar de allí mesa, sillas, cama, sofá, etc. esos muebles que utilizo únicamente en contadas y precisas ocasiones...