miércoles, 30 de enero de 2008

La MedusA y La TortugA


Hoy he soñado que era una medusa, que vivía tranquila en el fondo del mar, moviendo mi cuerpo gelatinoso con contracciones rítmicas de mi sombrilla, disfrutando de las vistas coralinas. Mis tentáculos oscilaban suavemente con la corriente del agua, de un laaaado al ooootro… de un laaaado al oooootro… despaaaacio. En mi aburrida existencia de ir y venir por el mar conocí una tortuga marina. Y me enamoré. Curioso sueño: una presa enamorada de su cazador. Al principio fue bonito. Opacidad vs Transparencia. A veces le tocaba dulcemente con mis tentáculos para hacerle cosquillas con mis células urticantes. Y se reía. Pero un día comió una medusa. No pasa nada, el amor todo lo borra. Otro día comió otra. Y otra. Y otra… Al final me cansé de tanto congénere devorado. Así que me despedí y me disponía a partir hacia otro mar nuevo cuando una boca se abalanzaba ávida sobre mí. ¡Porras, que me come!. Intenté tocar con mis tentáculos para picarle y hacer que se alejara. Pero carajo, de tanto tocarle dulcemente se había hecho insensible a mi urticante. Pues a correr, digo a nadar, que soy más rápida. Después de mucho nadar llegué a otro mar: azul, claro, limpio, tibio. Y conocí una estrella de mar… Ya estamos otra vez. ¿Qué carajo voy a hacer yo con una estrella de mar? Vaaya, sonó el despertador. Me voy. Y se cerró la puerta, dejando dentro la cordura. Aquí afuera hay una jungla. ¿La ley? La del más fuerte.

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