lunes, 3 de noviembre de 2008
TreS
Tres eran tres los caminantes en vilo. Llegados a puertos sonó un suspiro, pues el del medio añoraba lo que ya no era suyo. Intenso pasado, incierto futuro. Subidos al barco amarras soltaron, rumbo al infinito, con los pies descalzos. Travesía tormentosa, entre nubes y olas, años, meses, días, horas… Y un tributo al destino: la vida entera. Ahora.
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8 comentarios:
uno no sabe lo que tiene, hasta que no lo pierde...
algunas veces sí se sabe, pero no se hace nada para evitar que se aleje...y se acaba perdiendo
gracias por tu comentario :)
si dejas que se aleje, si dejas que se pierda, a lo mejor es que no lo amas lo suficiente no?¿?¿
Antes de nada hay que estar seguro de que alguna vez lo has amado.
cuando se añora algo es porque alguna vez lo hemos amado...
creo que lo que realmente amas, es el "no, estar sola", por el miedo de envejecer sin nadie a tu lado... :(
si haces una afirmación así es que no me conoces bien... La soledad no es un enemigo.
tal vez tengas razon, y no te conozco lo suficiente, y creo que tambien estoy contigo, cuando dices que la soledad no es un enemigo, pero es una mala compania :)
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